Hay algunos factores que ayudan a que el roncador emita más sonidos durante la noche, entre ellos están el fumar, ya que uno de los efectos del humo afecta directamente los tejidos del sistema respiratorio y por otro lado el tabaco ocasiona alteraciones pulmonares que afectan la oxigenación.
Otros factores son el consumir bebidas alcohólicas, tranquilizantes, pastillas para dormir y otros medicamentos que relajan los músculos de la garganta y resecan las membranas mucosas pueden estimular los ronquidos.
También son más propensas a roncar las personas que padecen obesidad, las que tienen una obstrucción o desviación en los conductos nasales, sinusitis o adenoides crecidas. O aquellas que duermen en mala posición.