Aquellos que se van adquiriendo con la edad, suelen aparecer sobre todo en la pubertad, como parte del desarrollo del adolescente, pero también, pueden ser consecuencia de algunos factores externos como “la exposición al sol o la toma de determinados fármacos.
Ahora bien… ¿Como se forman?
Durante el desarrollo embrionario se distribuyen por la piel las células que después del parto producirán melanina en mayor o menor cantidad, dependiendo de factores hereditarios, ambientales y hormonales. Tales células, por lo general uniformemente repartidas, pueden acumularse en cúmulos.
Es en la infancia donde se activan para producir la melanina, y en este punto aparecen los lunares.
Aunque la mayoría de los lunares son benignos, es mejor estar alerta por si se presenta uno canceroso. Entre otras señales deben tenerse en cuenta estas y llevar a la revisión médica si se presenta una mitad de distinto tamaño que la otra, su borde es irregular, ha cambiado de color o de tamaño, mide más de seis milímetros de diámetro (el tamaño de la goma de borrar del extremo de un lápiz), sangra o produce comezón.
Aunque la mayoría de los lunares son benignos, es mejor estar alerta por si se presenta uno canceroso. Entre otras señales deben tenerse en cuenta estas y llevar a la revisión médica si se presenta una mitad de distinto tamaño que la otra, su borde es irregular, ha cambiado de color o de tamaño, mide más de seis milímetros de diámetro (el tamaño de la goma de borrar del extremo de un lápiz), sangra o produce comezón.
Tal como dijo cierta doctora: “Los que requieren una mayor vigilancia son los que se poseen desde el nacimiento, y los que aparecen en las palmas de las manos o en las plantas de los pies”.