Ingredientes
1 pollo troceado1 vaso de caldo de pollo
1 vaso de vino blanco
Aceite de oliva
Para la salsa de tomate:
4 tomates maduros
6 hojas de albahaca
2 dientes de ajo
1/2 cebolla
1 cucharada pequeña de azúcar
Sal y pimienta al gusto
Preparación
- El primer paso para hacer esta receta de pollo en salsa de tomate, es dejar listo el pollo que has comprado. En el caso de que hayas adquirido una pieza entera, deberás trocearlo separando los muslos y las pechugas y retirar la piel y la grasa que contenga. Si, por el contrario, ya lo has comprado troceado, únicamente quita la piel y la telilla que tenga para dejar todas las porciones completamente lisas.
- A continuación, dora el pollo en una cazuela bastante amplia con un buen chorro de aceite de oliva. Es importante que coloques el pollo en la cazuela cuando el aceite esté bien caliente y esperes a que se dore por ambas caras pero sin que llegue a quemarse. Una vez listos, sácalos y resérvalos en un plato para utilizarlos más adelante.
- Es el turno de preparar la salsa de tomate con la que guisarás el pollo aportándole un sabor exquisito. Primero, lava los tomates y escáldalos en una olla con agua hirviendo durante unos 45 segundos para que sea más fácil pelarlos. Al retirarlos, enjuágalos con agua fría, pélalos y quita todas las semillas que hay en su interior. Colócalos en el vaso de la batidora y tritúralos.
- Pela y pica los dientes de ajo y haz lo mismo con la cebolla para, luego, dorar ambos ingredientes ligeramente en la misma cazuela en la que has freído el pollo, así aprovecharás ese aceite. Una vez se hayan reblandecido, añade el tomate triturado y remueve con una cuchara o espátula. Lava las hojas de albahaca con agua fría y pícalas en trozos muy pequeños, agrégala a la cazuela con la salsa de tomate, añade la cucharadita de azúcar para rebajar la acidez del tomate y salpimenta al gusto.
- Deja que la salsa de tomate se cocine unos segundos a fuego lento y, seguidamente, introduce el pollo, el caldo de pollo y el vaso de vino blanco. Deja que estos se reduzcan un poco y, luego, sitúa el fuego a una temperatura media para que todo se termine de cocinar durante unos 15 o 20 minutos y el pollo esté lo suficientemente tierno. Comprueba que las porciones de pollo quedan bien impregnadas en la salsa para que el resultado final sea el esperado.
- Pasado ese tiempo, retíralo del fuego y el pollo en salsa de tomate ya estará listo para servir y degustar. Puedes acompañarlo con una ensalada, unas patatas al horno e incluso con un poco de arroz blanco, ¡las posibilidades son infinitas!
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